¿Te sientes sin energía, desanimada, confundida o profundamente triste?
¿Te sientes incómoda y ansiosa al levantarte de la cama cada mañana?
¿Has sufrido recientemente la pérdida de alguien y te sientes perdida en cómo afrontar ese dolor?
¿Te sientes en un momento de confusión sobre tu identidad, sin saber quién eres realmente o qué es lo que realmente deseas?
¿Sientes que no estás satisfecha con tu vida, pero no logras identificar la causa ni qué acciones tomar?
¿Estás atravesando una ruptura y te resulta difícil visualizar tu vida sin esa relación? ¿Sientes que nunca volverás a estar bien?
¿Tu necesidad de ser perfecta y tu autoexigencia te abruman? ¿Sientes que te cuesta disfrutar de tu día a día porque todo se ha vuelto una carga?
¿Te resulta difícil establecer límites y sientes que tienes una baja autoestima, permitiendo que los demás se aprovechen de ti?
¿Te sientes atrapada por la necesidad de controlar todo y te cuesta salir de tu zona de control? ¿Cuando no tienes toda la información te sientes insegura e incómoda?
Calma, ni eres la primera ni serás la última. Atravesar estas incomodidades alguna vez en la vida es algo más común de lo que crees. Lo veo a diario.
Y es que, cuando algo tiene solución, puedes pasar a la acción. Enhorabuena, YA LO ESTÁS HACIENDO. Por eso estás aquí, leyendo esto.